El pollo frito con jengibre es una receta que combina la tradición culinaria asiática con la influencia de la gastronomía latinoamericana. Originario de la cocina china y japonesa, este platillo se ha popularizado en varios países de Latinoamérica, donde recibe diferentes nombres y adaptaciones según la región. Por ejemplo, en México se le conoce simplemente como "pollo frito al estilo asiático", mientras que en países como Perú o Argentina puede encontrarse bajo variantes que incluyen ingredientes autóctonos. El uso del jengibre fresco aporta un sabor característico, ligeramente picante y aromático, que junto con la salsa de soya dota al pollo frito de un toque exótico y delicioso.
En la cocina internacional, el pollo frito con jengibre es valorado por su contraste entre la textura crujiente por fuera y la suavidad jugosa del interior. Además, cocinarlo con técnicas mixtas—primero frito y luego horneado—asegura una cocción perfecta y un sabor más profundo. Esta receta es ideal para quienes buscan innovar con sabores orientales en sus platillos tradicionales, manteniendo ingredientes accesibles y métodos sencillos.