Pasteles de licor: historia y origen
Los pasteles de licor son un postre tradicional que combina la rica textura de un bizcocho suave con el sabor característico que aporta un licor. Este tipo de pastel tiene sus raíces en la tradición europea, especialmente en países como España e Italia, donde la influencia de la repostería ha llegado a través de generaciones. En Latinoamérica, este postre se ha adaptado y es muy apreciado en diferentes regiones, donde se le conoce con nombres variados dependiendo del país. Por ejemplo, en México y algunos países centroamericanos, suelen llamarles simplemente "pasteles de licor" o "bizcochos de licor", mientras que en el Caribe se puede escuchar también "cake de ron" al utilizarse específicamente licor de ron como ingrediente esencial.
La particularidad de estos pasteles es el proceso de infusionar la masa con un jarabe que contiene licor, lo que le confiere una humedad y sabor únicos. La variedad de licores utilizados puede ir desde el amaretto, ron, brandy o incluso licores locales, manteniendo siempre ese toque dulce y aromático que caracteriza esta delicia. A lo largo de Latinoamérica, esta receta se ha vuelto popular no solo en fiestas y celebraciones sino también como un postre para reuniones familiares, gracias a su exquisito sabor y su textura húmeda.
Como preparar Pasteles de licor
Precalienta el horno a 350 grados F. Engrasa y enharina 4 moldes para pan.
Abre la vaina de vainilla y raspa las semillas en la crema. Coloca la vaina en la crema y calienta hasta que esté casi hirviendo. Deja enfriar.
Bate los huevos, el azúcar y la sal hasta que estén bien mezclados. Cierne la harina y el polvo de hornear juntos.
Incorpora batiendo los ingredientes secos tamizados en la mezcla de huevo y azúcar hasta que se integren. Retira la vaina de vainilla de la crema y bate la crema en la mezcla.
Mezcla suavemente la mantequilla derretida, vierte la mezcla en los moldes preparados y hornea durante 50-60 minutos o hasta que estén dorados y al insertar un palillo salga limpio.
Mientras se hornean los pastelitos, prepara el jarabe combinando azúcar, agua y jarabe de maíz en una cacerola pesada. Revuelve la mezcla a fuego medio-alto hasta que hierva a fuego lento.
Continúa calentando hasta que la mezcla hierva completamente. Cubre y continúa hirviendo hasta que todo el azúcar se disuelva y el líquido esté claro, aproximadamente un minuto.
Retira del fuego y deja enfriar durante unos 5 minutos. Agrega el licor.
Después de sacar los pasteles del horno, déjalos enfriar en el molde por unos 5 minutos. Pasa un cuchillo por los bordes del molde y desmolda los pasteles, luego vuelve a poner los pasteles inmediatamente en los moldes.
Usa un palillo de madera delgado para hacer numerosos agujeros en el pastel, aproximadamente a 2.5 cm de distancia. Los agujeros deben ir desde la parte superior hasta el fondo del pastel.
Vierte 1/4 de la mezcla de jarabe sobre cada pastel y, si deseas, espolvorea con ingredientes opcionales como almendras, ralladura de naranja o avellanas.
Deja enfriar hasta que los pasteles hayan absorbido el jarabe. Retira de los moldes y sirve.