El pan de centeno agrio danés es un clásico de la repostería escandinava, conocido por su sabor profundo y aroma característico. Este pan tiene sus raíces en las duras condiciones climáticas de Dinamarca, donde el centeno y la fermentación natural se convirtieron en elementos esenciales para la elaboración del pan diario. En distintos países de Latinoamérica, este tipo de pan es conocido simplemente como pan de centeno o pan ácido, aunque la versión danesa se destaca por su uso específico de semillas de alcaravea y un proceso de fermentación prolongado.
El pan de centeno es muy valorado tanto en Europa como en América Latina por su textura densa y sabor agrio, resultado de la fermentación con masa madre. En países como México, Chile y Argentina, el pan de centeno se consume tradicionalmente en reuniones familiares y festividades, adaptándose a ingredientes locales pero manteniendo la esencia original de la receta danesa.
Este pan no solo es una delicia gastronómica, sino que también representa una tradición que ha pasado de generación en generación, reflejando la historia y cultura danesa a través de sus ingredientes sencillos y su método ancestral de preparación.