El pan frito navajo es una preparación tradicional de la cultura navajo en el suroeste de Estados Unidos. Este pan tiene sus raíces en la supervivencia y la adaptación, ya que fue creado por el pueblo navajo durante tiempos difíciles como una forma rápida y económica de alimentación. En otros países de Latinoamérica, aunque el pan frito navajo no es muy conocido bajo este nombre, existen preparaciones similares conocidas como "sopapillas" en México, "tortas fritas" en Argentina o "buñuelos" en varios países, todas con la idea de masa frita y crujiente. Sin embargo, el pan frito navajo destaca por su técnica específica de preparación y su textura única, que combina suavidad con un exterior crujiente y dorado.
Este pan también es reconocido por su versatilidad, pues puede servirse tanto en versiones dulces como saladas, acompañado con miel, azúcar o ingredientes salados como frijoles refritos o carnes. Su importancia cultural y gastronómica lo hace un símbolo de identidad dentro de la cocina navajo, mientras que su sabor ha conquistado paladares fuera de la región originaria, extendiéndose a distintas partes de América.
Como preparar Pan frito navajo
Ingredientes: Harina sin tamizar, manteca, leche en polvo, polvo de hornear de doble acción, agua con hielo, sal.
Combine la harina, la leche en polvo, el polvo para hornear y la sal y tamízalos en un tazón profundo.
Agrega las 2 cucharadas de grasa de cerdo en trozos y, con tu dedo, intégrala a la mezcla hasta obtener una textura arenosa.
Vierte el agua y mezcla los ingredientes hasta que la masa pueda formarse en una bola.
Cubre el tazón con un paño de cocina y deja que la masa repose a temperatura ambiente durante aproximadamente 2 horas.
Después del periodo de reposo, corta la masa en tres partes iguales.
Luego, sobre una superficie ligeramente enharinada, extiende cada pieza en un círculo aproximadamente de 20 cm de diámetro y 0.6 cm de grosor.
Con un cuchillo pequeño y afilado, corta dos ranuras paralelas de 10 a 12 cm de largo completamente a través de la masa en el centro de cada círculo, dejando un espacio de aproximadamente 2.5 cm entre las ranuras.
En una sartén pesada de 25 cm, derrite la libra restante de grasa de cerdo a fuego moderado hasta que esté muy caliente pero sin humear.
La grasa derretida debe tener aproximadamente 2.5 cm de profundidad, agrega más grasa si es necesario.
Fríe los panes uno a la vez durante unos 2 minutos por cada lado, volteándolos una vez con unas pinzas o una espátula ranurada.
El pan se inflará ligeramente y se volverá crujiente y dorado.
Escurre sobre toallas de papel y sirve caliente.