La Mary Sangrienta es un cóctel icónico que ha trascendido fronteras y culturas, convirtiéndose en un favorito para quienes disfrutan de bebidas con carácter y sabor intenso. Su origen se remonta a la década de 1920, atribuida a Fernand Petiot, un barman del Harry's New York Bar en París, quien combinó vodka con jugo de tomate y un toque de especias, dando vida a esta refrescante bebida. En Latinoamérica, aunque se mantiene el nombre "Mary Sangrienta" en muchos países, en algunos lugares se le conoce como "Clamato" cuando se añade jugo de almeja, o simplemente como un Bloody Mary con adaptaciones locales en los condimentos y decoraciones. Esta bebida es especialmente popular durante los desayunos y brunchs, ya que se considera un buen revitalizante para comenzar el día o recuperarse después de una noche de fiesta.