La focaccia es un tipo de pan originario de la región de Liguria, en el norte de Italia, que se ha popularizado en todo el mundo por su textura esponjosa y sabor aromático. Este pan plano y ligeramente aceitoso se caracteriza por su superficie con pequeños hoyos realizados con los dedos antes de hornearlo, lo que permite que el aceite y las hierbas penetren en la masa, aportando un sabor inconfundible. En Latinoamérica, la focaccia mantiene su nombre original, aunque en algunos lugares suele confundirse o relacionarse con otros panes planos o bufetes, como la "coca" en España o el pan con hierbas en México y Argentina. Esta receta en particular, con aceitunas y hierbas, resalta la tradición mediterránea que combina la simpleza de sus ingredientes con la riqueza de sus aromas, consolidándose como una opción perfecta tanto para acompañar comidas como para disfrutar sola.
Como preparar Focaccia crujiente de aceitunas y hierbas
Para comenzar, mezcla la levadura seca en un tazón grande con el agua y deja reposar por 10 minutos hasta que se active.
A continuación, agrega el aceite de oliva, el romero fresco, las hojas de salvia, las aceitunas y el ajo picado o machacado.
Con una cuchara de madera, incorpora la harina de trigo sin blanquear, el almidón de maíz y la sal, mezclando hasta obtener una masa espesa y suave.
Amasa la mezcla a mano durante 8 a 10 minutos hasta que la masa esté firme y elástica, lista para reposar.
Coloca la masa en un recipiente ligeramente aceitado, cubre con plástico o un paño y deja que doble su tamaño, lo que suele llevar cerca de una hora.
Una vez que haya levado, vuelca la masa sobre una bandeja para hornear aceitada de aproximadamente 10 1/2" x 15 1/2" y estírala para que encaje dentro de la bandeja.
Si la masa no encaja fácilmente, déjala reposar por 10 minutos y vuelve a intentar estirarla.
Cubre la masa con un paño y deja que suba hasta la mitad, aproximadamente 30 minutos, para lograr una textura ligera y aireada.
Media hora antes de hornear, precalienta el horno a 400°F (unos 200°C) para asegurar una cocción uniforme.
Justo antes de hornear, haz hoyos en la superficie de la masa con las yemas de los dedos, espolvorea con un poco de sal extra y añade dos cucharaditas de aceite de oliva para intensificar el sabor.
Hornea la focaccia de 25 a 30 minutos o hasta que adquiera un color dorado y una textura crujiente en la superficie.
Cuando esté lista, deslízala de la bandeja sobre una rejilla y deja enfriar unos minutos antes de disfrutarla tibia o a temperatura ambiente.
Para una variación dulce, sustituye las aceitunas, hierbas y ajo por 2 onzas de pasas y 1 onza de piñones.
En este caso, remoja las pasas en agua tibia por 30 minutos antes de usarlas y tuesta los piñones para potenciar sus sabores.