El pan integral de trigo entero es una preparación tradicional que ha acompañado a diversas culturas a lo largo de la historia. Su origen se remonta a las antiguas civilizaciones agrícolas donde el trigo fue uno de los primeros cereales cultivados para la alimentación. Este tipo de pan, elaborado con trigo entero o integral, conserva todas las partes del grano, lo que le aporta un sabor más intenso y una textura más densa en comparación con el pan blanco. En Latinoamérica, aunque su preparación y presentación pueden variar, suele conocerse simplemente como “pan integral” o “pan de trigo integral”. En países como México, Argentina y Colombia, es muy valorado por su aporte nutricional y se consume tanto en el hogar como en panes comerciales y artesanales.
La popularidad del pan integral se ha incrementado en las últimas décadas debido a la creciente conciencia sobre la alimentación saludable. A diferencia del pan refinado, este pan aporta mayor cantidad de fibra, vitaminas y minerales, lo que ayuda en la digestión y en el mantenimiento de niveles saludables de colesterol. En diferentes regiones, la incorporación de ingredientes como miel, semillas o aceites vegetales puede variar, dándole un toque local a esta receta tan clásica.
Como preparar El pan integral de trigo entero
Ingredientes: Agua, trigo partido, miel, sal, aceite, levadura, harina glutínica, harina integral de trigo.
Para empezar, vierte 2 tazas de agua hirviendo sobre el trigo partido.
Agrega la miel, reservando 1 cucharadita para después, la sal y el aceite.
Deja enfriar la mezcla.
Disuelve la levadura en 2/3 taza de agua tibia y añade la 1 cucharadita de miel reservada.
Combina esta mezcla con la de trigo partido ya enfriada.
Agrega la harina glutínica y la harina integral de trigo, mezclando bien hasta obtener una masa homogénea.
Coloca la masa en un tazón engrasado y cúbrelo. Deja reposar por 1 hora para que fermente.
Después del primer reposo, golpea la masa para sacar el aire y déjala reposar otros 30 minutos.
Vuelve a golpear la masa y vuélcala sobre una tabla enharinada.
Amasa bien para integrar todos los ingredientes y obtener una textura suave.
Forma dos panes y colócalos en moldes para pan previamente engrasados.
Hornea a 350°F (175°C) hasta que estén dorados, aproximadamente entre 30 y 40 minutos.
Revisa la cocción después de ese tiempo.
Para comprobar si están listos, golpea la base del pan; si suena hueco, el pan está perfectamente cocido.
Si no suena hueco, continúa horneando por 5 a 10 minutos adicionales y vuelve a verificar.