Las crepas son una preparación originaria de la región de Bretaña, en Francia, donde se popularizaron desde el siglo XIII. Estas finas tortillas se elaboran tradicionalmente con harina, huevos, leche y mantequilla, ingredientes sencillos que han trascendido fronteras. En Latinoamérica, las crepas son conocidas por diversos nombres según el país; en México se reconocen como “crepas”, mientras que en otros lugares pueden llamarse “panqueques delgados” o simplemente “pancakes”, aunque con algunas variaciones en la receta. El consumo de crepas no solo refiere a su sabor y textura, sino también a la versatilidad para rellenarlas con ingredientes dulces o salados, convirtiéndolas en una comida adaptable para cualquier momento del día.
Su origen europeo y su fácil preparación hicieron que las crepas se difundieran rápidamente por América Latina, adaptándose a los productos locales y al paladar regional. Actualmente, es común encontrarlas en desayunos, meriendas o postres, realzando sabores con mermeladas, quesos, frutas y otras combinaciones.