La cazuela de calabacín con tomate es un platillo tradicional que refleja la riqueza de la gastronomía casera en diversas regiones de Latinoamérica. Aunque su popularidad es notable en países como México y Chile, donde disfrutan de recetas con ingredientes frescos y sencillos, este plato suele encontrarse bajo diferentes nombres. En algunos lugares es conocido simplemente como "cazuela de verduras", mientras que en otros se le denomina "gratinado de calabacín". Su origen remonta a la cocina campesina, donde se aprovechaban los productos de temporada, como el calabacín y el tomate, para preparar platos nutritivos y económicos que reunían a la familia alrededor de la mesa.
Este platillo destaca por su versatilidad y facilidad de preparación, siendo un recurso frecuente para quienes buscan una opción saludable y deliciosa. La combinación del calabacín con el tomate y hierbas aromáticas como la albahaca aporta frescura y un sabor equilibrado. Además, su presentación en cazuela lo convierte en un plato ideal para compartir en cualquier ocasión.