Los biscotti son unas galletas tradicionales italianas originarias de la región de Toscana, específicamente de la ciudad de Prato. Su nombre proviene del latín "bis coctus", que significa "dos veces horneado", debido al proceso que consiste en hornearlas dos veces para obtener su característica textura crujiente. En Latinoamérica, estas galletas son conocidas principalmente como biscotti, aunque en algunos países también se les llama galletas duras o galletas italianas, manteniendo la influencia de su origen. Esta receta ha logrado popularidad en diversas culturas gracias a su versatilidad, ya que se pueden acompañar con café, vino dulce o infusiones y combinar diferentes sabores, como almendras, avellanas o chocolate.
Como preparar Biscotti de chocolate ii
En un tazón grande, combine harina, azúcares, polvo para hornear y sal.
Agregue chocolate sin azúcar derretido, huevos, aceite, jugo, ron, cáscara y vainilla.
Revuelva para combinar.
Agregue chispas para hornear y nueces.
Mezcle hasta que la masa esté bien integrada.
Divida la masa en cuatro partes.
Forme 4 barras, cada una de aproximadamente 6 cm de ancho por 36 cm de largo.
Coloque 2 barras en cada uno de los 2 moldes para hornear ligeramente enaceitados.
Hornee las barras a 175 grados Celsius hasta que estén firmes al tacto, aproximadamente 20 minutos.
Enfríe ligeramente las barras en los moldes.
Con un cuchillo de sierra, corte diagonalmente en rebanadas de 1.3 cm de ancho.
Coloque las rebanadas con el lado cortado hacia abajo en los moldes.
Hornee hasta que estén crujientes, aproximadamente 15 minutos.
Enfríe las galletas.
Mientras tanto, en baño María, derrita chocolate blanco y manteca sobre agua caliente, revolviendo hasta que esté suave.
Sumerja un extremo de cada galleta aproximadamente 2.5 cm en chocolate blanco para cubrir.
Coloque las galletas en rejillas para que se endurezcan.
Refrigere para acelerar el proceso.
Sirva o envuelva al vacío para almacenar hasta 2 días.
Congele para almacenamiento prolongado.