El biscotti es un tradicional dulce italiano originario de la región de la Toscana, conocido por su textura crujiente y su sabor delicado. Este tipo de galleta alargada y seca ha sido apreciada durante siglos por su capacidad para conservarse por largos períodos, lo que la convirtió en la compañera ideal para el café o el vino dulce llamado vin santo. En varios países de Latinoamérica, aunque se le reconoce principalmente como “biscotti” debido a su popularidad global, a veces se les llama “galletas italianas” o simplemente “biscotti italianos”, haciendo referencia a su origen europeo. La variedad que incluye avellanas y naranja añade un toque cítrico y un sabor más intenso, combinando lo mejor de dos ingredientes muy valorados en la repostería.
Cómo preparar Biscotti de avellana y naranja
Precalienta el horno a 350 grados.
Engrasa ligeramente las bandejas para hornear.
Combina harina, polvo para hornear, bicarbonato de sodio y sal en un tazón.
Bate el aceite, la ralladura de naranja, el jugo de naranja, los huevos y el azúcar en un tazón grande hasta que esté suave.
A baja velocidad, incorpora la mezcla de harina en la mezcla de naranja.
Agrega las avellanas tostadas.
Divide la masa en dos partes iguales.
Forma cada mitad en un tronco de aproximadamente 10 x 1 1/2 pulgadas sobre una superficie de trabajo enharinada.
Coloca los troncos en las bandejas preparadas.
Hornea por aproximadamente 30 minutos.
Enfría en las bandejas sobre rejillas durante 10 minutos.
Corta en rebanadas diagonales de 1/2 pulgada de grosor.
Coloca las rebanadas nuevamente en las bandejas.
Hornea durante 10 minutos.
Retira las bandejas del horno.
Voltea los biscotti.
Hornea otros 10 minutos.
Retira los biscotti de las bandejas y colócalos en rejillas para que se enfríen.
Para el glaseado de chocolate, combina el chocolate semiamargo y la manteca vegetal en una cacerola pequeña.
Derrite a fuego bajo, revolviendo frecuentemente, hasta que esté suave.
Deja enfriar un poco.
Sumerge los biscotti enfriados en la mezcla de chocolate.
Enfría sobre una rejilla para que el glaseado se solidifique.