Los biscotti son unos tradicionales biscotes originarios de la región de la Toscana, Italia. Su nombre proviene del latín "bis" que significa dos veces y "cotto" que significa cocido, haciendo referencia a la doble cocción que caracteriza a este delicioso manjar. En distintos países de Latinoamérica, aunque menos comunes, pueden ser conocidos simplemente como galletas italianas o biscotes, adaptándose a las costumbres locales. Este tipo de galleta seca y crujiente se ha popularizado por su textura y sabor únicos, siendo muy apreciada para acompañar bebidas calientes como el café o el té. En su versión tradicional se utilizan almendras, pero con el paso del tiempo se han incorporado diversos ingredientes y sabores, como el anís, que aportan un aroma especial y distintivo.
Su versatilidad y durabilidad hacen que sea un favorito tanto para la merienda como para regalar en épocas festivas. Además, los biscotti de almendra y anís resaltan por su combinación entre el crocante de la almendra tostada y el toque aromático y dulce del anís, lo que los convierte en un deleite para los sentidos, perfecto para quienes buscan una experiencia auténtica y casera al preparar esta receta.
Como preparar Biscotti de almendra y anís
Para tostar almendras, precalienta el horno a 350 °F.
Extiende las almendras en una sola capa sobre una bandeja para hornear y tuesta, volteando ocasionalmente, durante 10 minutos.
Reserva para que se enfríen, luego pica groseramente.
Tamiza juntos la harina, polvo para hornear y sal en un tazón pequeño para mezclar.
Reserva.
Bate la mantequilla y el azúcar con una batidora eléctrica en un tazón grande hasta que esté esponjoso.
Luego incorpora los huevos y la vainilla.
Agrega gradualmente la mezcla de harina, mezcla hasta combinar, luego incorpora las almendras picadas y las semillas de anís.
La masa estará dura.
Transfiere la masa a una superficie de trabajo ligeramente enharinada, luego, usando tus manos o un rodillo, forma un rollo largo, de aproximadamente 3 pulgadas por 13 pulgadas.
Forra la bandeja para hornear con papel encerado o papel aluminio.
Coloca el rollo de masa en la bandeja, aplánalo ligeramente, luego hornea hasta que esté dorado, aproximadamente 35 minutos.
Saca del horno--no apagues el horno--y reserva hasta que se enfríe lo suficiente para manipular, aproximadamente 15 minutos.
Usando un cuchillo de sierra, corta el rollo en diagonal en rebanadas de 1/2 pulgada de grosor.
Coloca las rebanadas planas en la bandeja y hornea, volteándolas una vez, hasta que estén doradas, aproximadamente 5 minutos por lado.
No hornees de más: los biscotti estarán suaves en el centro pero se volverán crujientes y duros al enfriar.
Deja enfriar completamente en la bandeja.
Los biscotti se conservarán en un recipiente sellado hasta por 4 semanas.
Ingredientes:
Almendras, harina, polvo de hornear, sal, mantequilla, azúcar, huevos, extracto de vainilla, semillas de anís.