Algunos muffins son una deliciosa y versátil opción de panadería que ha conquistado paladares en todo el mundo. Originarios de Inglaterra en el siglo XVIII, los muffins se popularizaron rápidamente gracias a su practicidad y sabor. En Latinoamérica, aunque se les conoce comúnmente como "muffins" en la mayoría de los países, en algunas regiones reciben nombres particulares o se adaptan a ingredientes autóctonos, lo que enriquece su variedad. Por ejemplo, en México y algunos países del Caribe, es común encontrar versiones con frutas tropicales o especias locales. En Argentina y Chile, los muffins suelen consumirse en el desayuno o merienda, acompañados de té o café, y a veces se incluyen en la repostería casera con ingredientes regionales como el dulce de leche o frutos secos.
Este pastelito individual se caracteriza por su textura esponjosa y su preparación sencilla, que permite innumerables variaciones tanto dulces como saladas. La flexibilidad de la receta ha hecho que los muffins se adapten a distintos gustos y estilos de vida, encontrándose desde opciones clásicas con arándanos hasta combinaciones innovadoras con quesos y verduras. Su fácil elaboración y rápido horneado hacen que sean una elección popular en hogares y panaderías por igual.
Como preparar Algunos muffins
Para empezar, precalienta el horno a 400°F. Los muffins deben hornearse entre 15 y 20 minutos para obtener una textura perfecta y un dorado atractivo.
Para la base de los muffins, utiliza entre 2 y 2 1/2 tazas de harina blanca. Si prefieres variar, puedes sustituir hasta 1 taza de esa harina por avena, harina de maíz, harina integral, harina de centeno o cereales en hojuelas. También es posible usar 1 taza de avena cocida sobrante, arroz o harina de maíz, pero en este caso deberás reducir la harina blanca a 1/2 taza y disminuir el líquido a 1/2 taza.
En cuanto al líquido, usa 1 taza de leche. Como alternativa, puedes reemplazarla por suero de leche, leche aguada o jugo de fruta, según tu preferencia o disponibilidad.
Para la grasa, incluye 1/4 de taza de aceite vegetal o 4 cucharadas de mantequilla o margarina derretida. Si deseas experimentar, puedes sustituir parte o toda la grasa por mantequilla de maní normal o con trozos. Ten en cuenta que si usas una "adición húmeda", la grasa puede reducirse o incluso omitirse con buenos resultados.
Usa un huevo para darle consistencia a la mezcla. Si prefieres una opción vegana o sin huevo, sustituye por 1 cucharada colmada de harina de soya mezclada con 1 cucharada de agua. Si has elegido usar un grano cocido, separa el huevo: añade la yema a la mezcla y bate la clara hasta que esté rígida para luego incorporarla suavemente.
Para endulzar, utiliza entre 2 cucharadas y 1/2 taza de azúcar. En su lugar, puedes usar hasta 3/4 de taza de azúcar morena o hasta 1/2 taza de miel o melaza, disminuyendo en este último caso la leche a 3/4 taza.
Agrega 2 cucharaditas de polvo para hornear. Si usas granos enteros, cocidos o más de 1 taza de adiciones, sube la cantidad a 3 cucharaditas. En caso de usar suero de leche o leche agria, reduce el polvo para hornear a 1 cucharadita y añade 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio.
Incorpora 1/2 cucharadita de sal, a menos que sigas una dieta restringida en sodio, en cuyo caso puedes omitirla.
Los ingredientes adicionales son opcionales y pueden ser de tres tipos: secos como nueces, semillas de girasol, pasas o coco; húmedos como arándanos, manzana picada, calabacín o zanahoria rallada; y mojados, que incluyen purés de calabaza, manzana, papa, plátano o zanahoria. Puedes combinarlos libremente hasta un total de 1 1/2 tazas. Si usas más de 1 taza de ingredientes húmedos, disminuye la leche a 1/2 taza.
Si decides agregar frutas en almíbar drenadas o calabacín rallado descongelado, sustituye el jarabe o el líquido del calabacín por toda o parte de la leche.
Para dar un toque aromático, añade especias que complementen las adiciones, como 1 cucharadita de canela acompañada por 1/4 cucharadita de nuez moscada o clavos. También puedes probar con 2 cucharaditas de ralladura de naranja o limón.
Si te gustan las mermeladas, llena los moldes hasta la mitad con una mezcla simple, añade 1 cucharadita de mermelada o jalea y termina de cubrir con 2 cucharadas más de mezcla.
Para opciones no dulces, reduce el azúcar a 2 cucharadas y omite la fruta. Agrega combinaciones como 1/2 taza de queso rallado, 2 tiras de tocino frito y desmenuzado, 2 cucharadas de cebolla rallada, 1/2 taza de calabacín rallado y 2 cucharadas de queso parmesano. Las especias sugeridas son perejil, mejorana o romero.
Entre las recetas especiales destacan los muffins hawaianos que llevan 1/2 taza de plátano machacado, 1/2 taza de piña triturada drenada, 1/2 taza de coco en hojuelas y 1 cucharada de esencia de vainilla o ron. En esta variante, utiliza el jugo de piña en lugar de la leche.
Otras opciones son los muffins de cereza con chispas de vainilla, que incluyen 3/4 de taza de cerezas desvenadas y picadas, 3/4 de taza de chispas de vainilla y 1 cucharadita de vainilla, o los muffins Elvis, hechos con aproximadamente 3/4 a 1 taza de plátano machacado, 1/2 taza de maní o nueces picadas, y 1/4 de taza de mantequilla de maní sustituyendo el aceite.