El pan de trigo integral es un alimento básico en muchas culturas alrededor del mundo y ha sido parte fundamental de la alimentación desde tiempos antiguos. Su origen se remonta a las primeras civilizaciones que cultivaron cereales para elaborar panes más saludables y nutritivos que el pan blanco tradicional. En Latinoamérica, este pan recibe diferentes nombres dependiendo del país; por ejemplo, en México y Centroamérica suele llamarse simplemente "pan integral", mientras que en algunos países sudamericanos también se le conoce como "pan rústico" o "pan saludable". Este tipo de pan se distingue por conservar el germen y las fibras del trigo, lo que le confiere un sabor más intenso y una textura más densa, además de mayores beneficios nutricionales.
El pan integral es valorado no solo por su sabor y textura sino también por su aporte en fibra y nutrientes esenciales. En muchas familias latinoamericanas, preparar pan de trigo integral en casa es una tradición que se transmite de generación en generación, buscando promover hábitos alimenticios más sanos y naturales. Además, con la creciente tendencia hacia la alimentación consciente y orgánica, este pan sigue ganando popularidad como una alternativa saludable frente a panes procesados o refinados.