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melón de invierno
Frutas
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Melón de invierno es una variedad de melón caracterizada por su tamaño grande y su piel gruesa y rugosa, que le permite conservarse en buen estado durante un período prolongado, especialmente durante los meses fríos, de ahí su nombre. A diferencia del melón dulce tradicional de verano, el melón de invierno tiene una pulpa más firme y un sabor menos dulce, con un toque ligeramente refrescante y suave.
Este fruto es originario de regiones templadas y fue cultivado desde tiempos antiguos en Asia y Europa, adaptándose con el tiempo a climas más fríos. En la actualidad, se encuentra en diversos mercados de América Latina y España, donde se utiliza tanto en recetas dulces como saladas, gracias a su textura versátil.
En cuanto a sus propiedades nutricionales, el melón de invierno es bajo en calorías y contiene una buena cantidad de agua, fibra, vitaminas A y C, así como antioxidantes que contribuyen a la salud de la piel y al sistema inmunológico. Además, su contenido de potasio ayuda a mantener el equilibrio electrolítico y la función muscular.
En diferentes países de Hispanoamérica, el melón de invierno puede recibir distintos sinónimos o nombres según la región, tales como melón galia (en algunos países de Centroamérica), melón cantalupo de invierno, o simplemente melón de invierno. No debe confundirse con otros tipos de melones como el cantalupo o el melón chino, que tienen características y sabores distintos.
En la cocina, el melón de invierno es ideal para preparar ensaladas, postres ligeros, salsas frescas o incluso platos salados donde aporte textura y equilibrio, gracias a su sabor suave y menos dulce.
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