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leche condensada sin grasa
Lácteos
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Leche condensada sin grasa es un producto lácteo espeso y dulce elaborado a partir de leche desgrasada a la que se le ha eliminado la mayor parte del agua y se ha añadido azúcar para darle su característica textura viscosa y sabor dulce. A diferencia de la leche condensada tradicional, esta versión no contiene grasa, lo que la convierte en una opción más ligera para quienes buscan reducir su consumo de grasas sin renunciar al dulzor y la cremosidad que aporta este ingrediente en diversas recetas.
El origen de la leche condensada se remonta al siglo XIX, cuando fue desarrollada como una manera de conservar la leche por más tiempo sin refrigeración. Aunque la versión sin grasa es un producto más moderno, sigue utilizándose ampliamente en países de habla hispana para preparar postres, bebidas y otros platillos dulces.
En cuanto a sus propiedades, la leche condensada sin grasa aporta principalmente azúcares y proteínas lácteas con un contenido significativamente menor de grasas saturadas. Es ideal para quienes buscan controlar la ingesta calórica o reducir grasas, sin perder el sabor y la textura dulce clásica que caracteriza a la leche condensada.
En América Latina, los sinónimos o términos relacionados para la leche condensada sin grasa pueden variar, aunque este producto específico suele nombrarse de forma similar. Algunas denominaciones pueden incluir leche condensada descremada o leche condensada light, especialmente cuando se refiere a versiones con menor contenido de grasa, ya que en muchas regiones no es común encontrar etiquetas que digan "sin grasa" como tal.
Este ingrediente es perfecto para recetas de postres tradicionales como flanes, pudines, helados caseros, y repostería en general, donde se busca una alternativa dulce y cremosa con una composición nutricional más ligera.
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