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kéfir
Lácteos
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Kéfir es un producto lácteo fermentado originario de las regiones del Cáucaso, con una tradición que data de miles de años. Se elabora mediante la fermentación de la leche (generalmente de vaca, cabra u oveja) a partir de una combinación de bacterias y levaduras presentes en los llamados "gránulos de kéfir". Estos gránulos son una mezcla simbiótica que permiten obtener una bebida ligeramente ácida, cremosa y efervescente, muy valorada por su sabor y beneficios para la salud.
En la cocina, el kéfir se utiliza tanto como bebida refrescante como base para salsas, aderezos, postres y batidos. Su textura y sabor lo hacen ideal para sustituir al yogur o la crema agria en muchas preparaciones, aportando además una agradable nota fermentada que enriquece los platos.
Respecto a sus propiedades, el kéfir es conocido por ser una excelente fuente de probióticos, que ayudan a mejorar la salud digestiva, fortalecer el sistema inmunológico y equilibrar la flora intestinal. También aporta proteínas, calcio, vitaminas del grupo B y algunos aminoácidos esenciales. Al ser un alimento fermentado, suele ser mejor tolerado por personas con sensibilidad a la lactosa, ya que gran parte de esta se descompone durante la fermentación.
En cuanto a sinónimos o nombres coloquiales en diferentes regiones de Hispanoamérica, aunque en general se le conoce simplemente como "kéfir", en algunos países puede llamarse kéfir de leche para diferenciarlo del kéfir de agua, o referirse a él como yogur búlgaro en contextos más tradicionales, aunque técnicamente no es un yogur. No existen muchos sinónimos regionales específicos, ya que el término "kéfir" se ha mantenido bastante universal debido a su origen y popularidad internacional.
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