Usado en múltiples recetas populares
kashk
Lácteos
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Kashk es un ingrediente fermentado de origen persa muy utilizado en la cocina del Medio Oriente y partes de Asia Central. Se trata de un producto lácteo concentrado, elaborado tradicionalmente a partir de yogur, leche fermentada o cuajada, que se seca y se convierte en una pasta o gránulos secos. Su sabor es intenso, ligeramente ácido y salado, lo que aporta profundidad y carácter a diversas preparaciones culinarias.
El kashk tiene raíces milenarias en la gastronomía iraní, y su uso se ha extendido a países como Irak, Armenia, Afganistán y Turquía, donde es un componente fundamental en sopas, guisos, salsas y acompañamientos de carnes o vegetales. En Irán, es un ingrediente clásico en platos como el kashk-e bademjan (puré de berenjenas con kashk) y en diversas recetas de estofados.
Desde el punto de vista nutricional, kashk es una buena fuente de proteínas y probióticos debido a su proceso de fermentación. Además, contiene calcio y vitaminas del grupo B, contribuyendo a una dieta balanceada.
En cuanto a la terminología, en distintas regiones de Hispanoamérica este producto puede no tener un sinónimo directo debido a su especificidad cultural, pero a veces se le denomina queso fermentado, yogur seco o simplemente lácteo fermentado. En algunos países se utiliza suero de leche fermentado concentrado para describirlo, aunque estos términos no son tan comunes en la culinaria tradicional hispanoamericana.
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