cúrcuma fresca

Cúrcuma fresca es el rizoma o raíz fresca de la planta Curcuma longa, un ingrediente muy valorado en la cocina y la medicina tradicional por su sabor característico y sus propiedades beneficiosas. Su pulpa es de un color amarillo-anaranjado intenso, con una textura fibrosa y un aroma terroso y ligeramente picante, que aporta un tono cálido y un toque exótico a los platillos.

Originaria del sur de Asia, especialmente de la India y el sudeste asiático, la cúrcuma fresca se ha utilizado durante siglos en la gastronomía para dar color y sabor a currys, guisos, sopas y marinadas. También es común en otras cocinas tropicales y latinoamericanas debido a su versatilidad.

Entre sus principales propiedades destacan su poder antiinflamatorio, antioxidante y digestivo, debido a compuestos como la curcumina. En la cocina, además de su aroma único, la cúrcuma fresca aporta un efecto colorante natural muy valorado para darle un bonito tono amarillo dorado a los alimentos.

En el mundo hispanoamericano, la cúrcuma fresca puede conocerse también como palillo, azafrán de la India o turmérico, aunque estos términos pueden variar según la región. Es importante no confundirla con el azafrán verdadero, ya que la cúrcuma es una opción más económica y abundante para teñir y sazonar platos.

Para usarla, la cúrcuma fresca se pela y se ralla o muele, liberando su característico color y sabor. Es ideal para recetas que busquen un toque auténtico y saludable, tanto en guisos tradicionales como en bebidas y aderezos.