Usado en múltiples recetas populares
croissants de mantequilla
Aceites y Grasas
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Croissants de mantequilla son un clásico producto de pastelería de origen francés, reconocidos por su textura hojaldrada, ligera y su característico sabor a mantequilla. Se elaboran con una masa fermentada a base de harina, mantequilla, azúcar, levadura y sal, que se pliega repetidamente para crear múltiples capas delgadas y crujientes al hornearse.
Su origen se remonta a la Viena del siglo XVII, aunque fue en Francia donde alcanzaron su popularidad y perfección, convirtiéndose en un símbolo de la panadería francesa. El croissant tradicional utiliza mantequilla de alta calidad, lo que le otorga su sabor distintivo y su aroma irresistible.
Desde el punto de vista nutricional, los croissants de mantequilla son una fuente de energía rápida gracias a su contenido en carbohidratos y grasas. Si bien aportan grasas saturadas por la mantequilla, consumidos con moderación pueden formar parte de una dieta equilibrada, especialmente como acompañamiento en desayunos o meriendas.
En diferentes países de Hispanoamérica, los croissants de mantequilla pueden conocerse simplemente como croissants o en algunos lugares también como medialunas de manteca (Argentina, Uruguay), haciendo referencia a la estrecha relación con productos similares elaborados con manteca o mantequilla.
Su versatilidad en la cocina es amplia: pueden disfrutarse solos, rellenos con ingredientes dulces como mermeladas o chocolate, o bien en preparaciones saladas con jamón, queso y otros complementos.
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