Usado en múltiples recetas populares
codillos de cerdo ahumados
Carnes
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Codillos de cerdo ahumados son una pieza del cerdo que corresponde a la parte baja de la pata, justo por encima de la pezuña. Este corte es conocido por su textura gelatinosa y su carne jugosa y sabrosa, ideal para preparar guisos, estofados o platos tradicionales que requieren cocciones largas para ablandar la carne.
El proceso de ahumado aporta un sabor característico, profundo y ligeramente intenso, que realza las preparaciones culinarias con un toque ahumado tradicional. Esto se consigue mediante la exposición prolongada del codillo al humo de maderas seleccionadas, lo que también ayuda a conservar el producto.
Originalmente, los codillos de cerdo son muy populares en la cocina centroeuropea, especialmente en países como Alemania, donde forman parte fundamental de platos típicos como el Eisbein o el Schweinshaxe. En Hispanoamérica, gracias a la influencia de la gastronomía europea y las tradiciones regionales, se han adoptado y adaptado en diversas recetas caseras y festivas.
Propiedades: Los codillos de cerdo son fuente importante de proteínas y contienen grasas que aportan energía y sabor. Aunque su contenido calórico es relativamente alto debido a la grasa, proveen colágeno y minerales esenciales como zinc y hierro, beneficiosos para la salud ósea y muscular. Debido a su composición, es recomendable consumirlos en porciones moderadas dentro de una dieta equilibrada.
Sinónimos en Hispanoamérica: Dependiendo del país, los codillos de cerdo ahumados pueden conocerse simplemente como codillos, jarrete ahumado, o espaldilla ahumada. En algunos países también se les llama pernil ahumado, aunque este término puede referirse a cortes de mayor tamaño o diferentes partes del cerdo.
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