Usado en múltiples recetas populares
amoníaco para repostería
Dulces y Endulzantes
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Amoníaco para repostería, también conocido como amoníaco en polvo o hartshorn, es un agente leudante tradicional utilizado en la elaboración de productos de repostería, especialmente en galletas, bizcochos y panes finos. Su nombre químico es bicarbonato de amonio y se presenta en forma de un polvo blanco cristalino.
Este ingrediente tiene origen en la Europa Central y del Norte, donde se ha empleado desde hace siglos como una alternativa al polvo para hornear y al bicarbonato de sodio. En la repostería, el amoníaco para repostería se destaca por proporcionar una textura muy crujiente y un aumento uniforme del volumen en productos horneados.
Entre sus propiedades principales se encuentran su rápida liberación de gases (amoniaco y dióxido de carbono) al calentarse, lo que ayuda a que las masas crezcan de forma eficiente. Sin embargo, requiere de temperaturas altas para evitar que quede olor residual en el producto final. Por esta razón, es ideal para preparaciones delgadas y horneadas a temperatura alta, como las galletas.
En diferentes países de Hispanoamérica, el amoníaco para repostería puede conocerse también como hartshorn o simplemente amoníaco. A veces se le llama bicarbonato de amonio, aunque es importante no confundirlo con el bicarbonato de sodio, que es otro tipo de agente leudante.
Es fundamental usarlo en las cantidades adecuadas y asegurarse de un buen horneado para evitar sabores amoniacales. Su uso es muy apreciado por reposteros que buscan texturas especialmente crocantes y ligeras, características difíciles de lograr con otros leudantes.
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